lunes, 5 de mayo de 2008

El mensaje original

Hola a todos. Me llamo Loren y hasta hace poco era vuestro Delegado de Escuela, y digo era porque recientemente me he visto obligado a dimitir de mi cargo. Durante los seis meses que he sido delegado, he visto de forma más clara el tipo de delegación de alumnos que tenemos, y en mi intento de cambiar las cosas a mejor, he sido atacado, víctima de un meditado complot, y por último traicionado. Espero que a lo largo de estas líneas sea capaz de contaros toda la verdad sobre DAT y cómo mi proyecto de una delegación mejor fracasó.

- Mis inicios en Delegación -

Desde que estoy en esta Escuela, hace ya cuatro años, me interesé mucho por su funcionamiento y por el de la delegación, sorprendiéndome a mí mismo, ya que en el instituto no me podía definir como alguien muy activo. En cualquier caso, la web de DAT, SlashDAT, pasó a formar parte de mi ritual diario por Internet, enterándome de todos los entresijos que podía saber de esta Escuela y convirtiéndome así poco a poco en el mayor forero de la web (mi nick siempre ha sido “nerol”).

Sin embargo, no fue hasta noviembre de mi segundo año cuando creí poder ayudar en algo a Delegación. Sabiendo que SlashDAT no es un página visitada por todos (salvo en época de exámenes), pensé que quizás un formato menos serio y más versátil podría acercar la Escuela y DAT a todos los alumnos. Esa era la idea de DATcast (1). El proyecto fue acogido por aquel entonces con los brazos abiertos por la recién elegida Delegada y por el antiguo Delegado (aunque no quiero entrar a dar nombres para no criticar personalmente a nadie, pronto descubriremos que no son tan abiertos a otro tipo de ideas).

Aunque DATcast no era un proyecto que convencía a todo el mundo, y en DAT carecíamos de todo tipo de material, logramos sacarlo adelante (desde aquí querría agradecérselo al equipo de DATcast y al club Delta por su tremenda colaboración). Increíblemente la idea funcionó hasta tal punto que, si comparamos descargas con número de alumnos, se podría decir que uno de cada tres escuchan DATcast.

- Yo como Tesorero -

Como colaborador de Delegación, estaba invitado a todas las juntas y reuniones que se hacían y, aunque tenía voz, al no tener un cargo de representante, no tenía voto. Por eso, tras un año con un tesorero de Erasmus, en mi tercer año me convertí en el Tesorero de DAT. Me gustaría decir que llevé una economía completamente transparente, como deber ser la de una delegación de alumnos, pero en realidad nunca llegué a tener acceso a la cuenta de DAT, a pesar de mis insistencias a la Delegada. En ese momento, los dos últimos delegados eran los que realmente controlaban el dinero y, aunque no me cabe duda que hubo gastos justificados, nunca estuve de acuerdo en la cantidad destinada a otros fines, a veces incluso a espaldas de la Junta, como por ejemplo para fiestas o representación a nivel nacional (dentro de poco profundizaré más en estos temas).

En mi defensa diré que, al menos, mantuve todo lo posible el presupuesto anual y conseguí aprobar en Junta una propuesta para establecer en las becas comedor un precio constante de 2 euros por comida (más de un 50% más barato que un menú), de manera que al siguiente curso pudiéramos duplicar el número de becas y seguir creciendo de manera exponencial, abarcando un mayor número de alumnos. Además, siempre procuré colaborar en todo lo que podía: taquillas, Top-Profe, organizar las visitas al SIMO, DATcast y por supuesto atendiendo en el local, algo que voy a echar de menos porque desde mi punto de vista es lo más agradecido.

- La necesidad de un delegado -

Cuando llevaba más de un año formando parte del equipo de la Delegada, me di cuenta de cómo funcionaba realmente DAT y pensándolo ahora, me da vergüenza haber permitido que ocurrieran cosas como que la beca de exámenes fuera pagada sin haber trabajado (claro que en este caso la supervisión de la beca corría a cargo de la propia becada...), que se llegaran a triplicar los gastos presupuestados para fiestas y cena de Navidad, que se presentaran calendarios de exámenes sin el conocimiento de los alumnos, que se utilizara el local más como una zona de recreo que como un lugar de trabajo (a veces incluso cerrando la puerta para que no sean molestados por nadie), que las famosas Jornadas DAT se convirtieran en un viaje de integración a la sierra a gastos pagados, que se concedieran becas de comedor más por el nombre de los alumnos que por los requisitos, que se decidieran temas en reuniones de equipo y no en Junta, que es donde todos estamos representados… y un largo y lamentable etcétera.

Sinceramente, nunca creí que este año fuera el mejor para presentarme a Delegado, ya que DAT era un barco medio hundido (creía que por ganas y no por ciertas personas), se avecinaban grandes acontecimientos (elecciones a Rector, a Director, nuevo plan de estudios, etc), el “núcleo duro” de delegación sigue dentro (que luego se ha convertido en mi oposición, y es que para mí, contaminan el raciocinio de muchos más representantes) y que no tengo el mismo tipo de relación con la gente de DAT que ellos entre sí, que son amigos. Aún así, como el año que viene espero ser un alumno de cuarto curso (ahora con tanto tiempo libre se avecina como algo más plausible) y me quiero ir de Erasmus, era ahora o nunca. Por ello, durante cerca de un año, estuve dibujando la que iba a ser la DAT que creía que a todos gustaría.

El día de las elecciones mi presentación (2) fue aplaudida por todos y yo fui nombrado Delegado por casi unanimidad (31 votos a favor y una abstención, qué le vamos a hacer...). Mis principales ideas solucionaban los tres problemas más graves y urgentes desde mi punto de vista, que eran la mala organización interna, la continuidad de conocimientos, y por último la imagen de DAT. Todo ello se fundamentaba y dependía de un grupo de gente trabajadora, que iba a ser mi equipo, y un proyecto bien diseñado y aplicable a la realidad, buscando una representación real de los alumnos, incluyendo temas como el futuro plan de estudios o la continuidad de Erasmus en cuarto (más allá de un sólo curso más), unas cuentas transparentes, más becas comedor, una verdadera nueva SlashDAT que estuviera al nivel web actual, nuevas formas de conectar con la gente, una renovación del mobiliario y equipos informáticos de DAT, mejores servicios y representación tanto en la CFF, como en Delegación UPM y a nivel nacional. Mi objetivo era conseguir una nueva DAT, arreglando todo lo que no funcionaba antes, haciendola más moderna y amigable, y que se interesara realmente por los intereses de todos los alumnos, para que así el año que viene mucha más gente se apuntara a la representación de alumnos. Todo parecía que podría funcionar.

- La cuesta abajo -

Sin duda, la primera decisión que tomé como Delegado fue la que indicó el principio de un hipotético, ahora real, fin. Se trataba de reducir el número de asistentes a las reuniones semanales de equipo, yendo en principio sólo la gente del equipo (lo que no considero una idea descabellada). El objetivo era que las decisiones se tomaran en Juntas de Delegados, donde todos los alumnos estamos representados, y cuya frecuencia, al menos, dupliqué con respecto a años anteriores al ser casi mensuales, y yo, con un grupo reducido de personas, pudiera coordinar mejor la realización de los objetivos. El que llamo “núcleo duro” de DAT, de repente se vio fuera de dichas reuniones (no puedo decir que yo no lo buscara), sintiendo que perdían poder. Poder, que insisto, no se debe tener por ser de equipo, sino por pertenecer a la Junta. Aun así, a pesar de estar informados en todo momento de las acciones de los Subdelegados (es decir, los miembros del equipo del Delegado) y de llevar todos los temas importantes a Junta, se me acusó de hacer reuniones cerradas, cuando yo dejaba claro que todo el mundo podía asistir para aportar todo tipo de idea o colaboración. Todo ello llevó incluso a que una subdelegada dimitiera, que viendo el bando que luego escogió, objetivamente, fue una buena decisión por su parte.

Las acusaciones sin sentido, las malas formas y las mentiras fueron creciendo cada vez más, tanto por e-mail como en las propias Juntas, haciendo dudar acerca de quiénes eran “los buenos” a los representantes más nuevos. Yo esta situación no me la esperaba y creo que afectó a algunos objetivos que tenía como delegado, ya que además los exámenes de febrero se presentaron de repente. Aun así, pude llevar ciertos temas a buen puerto, como que los representantes supieran de varias formas cuándo tenían una reunión (de departamento, Junta de Escuela, etc), la renovación de taquillas en un tiempo aceptable, las orlas de este año (gracias sin duda a Javier Eroles, que puede que sea de los mejores representantes de DAT), debatir con Jefatura de Estudios la colocación de los exámenes super-extraordinarios para que sean más efectivos (ojo, no me refiero a los de septiembre), apretar a los becarios, tanto de exámenes como de información, para que cumplieran con sus objetivos, y algún que otro tema de alumnos en particular con problemas de matrícula, aulas, etc. Sin embargo, para intentar bajar los humos permití que siguiera la política, muy discutible, sobre los gastos en San Teleco y Navidad, que de nuevo corrieron por parte del dinero destinado a todos los alumnos.

Empezó el segundo cuatrimestre y con él, algo que no tenía planeado: un Congreso de Estudios de Telecomunicaciones (CEET) extraordinario, el cual como Delegación de la Escuela más importante de Teleco, se ve que estábamos obligados a celebrar. Aunque yo dudo de la efectividad de los CEET (ya que los alumnos estamos representados a nivel nacional también a través de otros órganos) tampoco nunca me he opuesto a ellos. Sin embargo, si ya esta representación nacional nos cuesta más de la cuarta parte de nuestro presupuesto anual (lo cual me parece mal, ya que a veces pienso que son unas Jornadas DAT camufladas), con la organización de este evento me asaltaban muchas dudas. El organizador de todo esto era el ex–delegado del que ya he hablado, y al ser del “núcleo duro”, por no tener más problemas, le permití celebrar el CEET, con la única condición de que a DAT no le costara dinero. Siendo estúpido por mi parte, dejé que DAT pagara inscripciones de 500€ para su propio evento, que además, daba derecho a que nuestros dos representantes se alojaran en el mismo hotel que todos, aun viviendo en la misma ciudad. A día de hoy, tras dos meses del CEET, a DAT le faltan 700€, a pesar de que desde la organización aseguran que hemos sacado beneficios. De nuevo, tener un poco de mano izquierda con la oposición, no sirvió para nada.

Paralelamente (y tranquilos, ya llegando a la actualidad) yo quería aprobar en Junta lo antes posible el proyecto de renovación de mobiliario y equipos informáticos (3) y la nueva imagen corporativa (4) (imagen que sería la consecución de todos los cambios en DAT una vez hechos) ya que son proyectos que necesitan tiempo para llevarse a cabo. En la primera Junta en la que intenté aprobarlo, como parte de la oposición estaba “trabajando” en el CEET, los votos negativos no hubiesen superado a los positivos, y la estrategia que tomaron fue, llegado ese punto del orden del día, levantarse todos juntos y abandonar la junta, dejándonos sin quórum para votar. Un complot muy silencioso. Ya en la segunda junta (5) vinieron en grupo y después de acusarme de hipotecar Delegación (cuando el presupuesto era completamente afrontable por la cuenta de DAT, dejando más de 4000€ intactos), preguntarme por qué no invertía ese dinero en unas Jornadas DAT, decir que la suciedad es inseparable de Delegación, que la imagen de DAT no es importante y llamarme dictador y sinvergüenza (sin nadie de mi equipo que me defendiese), el proyecto, tras una segunda vuelta, fue rechazado. Curiosamente, acto seguido, la nueva imagen corporativa fue aprobada, siendo algo puramente estético. Por si fuera poco, ese día salieron muchas opiniones diciendo que, como representante se tiene que asumir que se es representativo y tomar la opinión personal de uno como la de los alumnos. Yo pienso que un representante no es más que alguien que debe conocer, transmitir y defender los intereses de los alumnos e informarles, sin sacar provecho alguno.

Sin contar más cosas (ni más detalles) que me han parecido miserables, espero que se comprenda que no puedo formar parte de una delegación como ésta. Mi dimisión (efectiva a partir del día 21 de Abril (6) y oficial el día 29 (7)) fue mi último intento para que, si DAT no podía funcionar bien, al menos, no lo hiciera mal, pero de repente, salió un sucesor que no esperaba y las cosas pintan como hace un año, o quizás peor, ya que están motivados por mis acciones. Dudo mucho que tengamos algo más que grandes promesas e ideales y pocas acciones. Por ahora lo que he visto es que las iniciativas que yo comencé como delegado (exámenes super-extraordinarios, ocupación de la biblioteca, etc) se han abandonado, se convocan reuniones sin apenas antelación, se hacen calendarios de exámenes a toda prisa y se va a cancelar la política de becas comedor a favor de unas nuevas Jornadas DAT.

Si queréis más información, podéis consultar los archivos que he colgado en mi cuenta de DAT (siempre que no me la bloqueen) en http://www.dat.etsit.upm.es/~nerol/ o escribirme a nerol@dat.etsit.upm.es. En cualquier caso yo estoy dispuesto a responder a cualquier duda hasta, si es necesario, en una asamblea general de alumnos para que no se cuenten más mentiras como siempre ha sido costumbre.

Para terminar, sólo quería agradecer el apoyo que me han mostrado buenos representantes de DAT, la ayuda de la Dirección de esta Escuela y de todo su personal, y a todos vosotros por haber llegado a leer hasta aquí.

Esta es la delegación de alumnos que tenemos. Sólo puedo decir que intenté cambiarla.

Lorenzo Palacios Venin

(1) Página principal de DATcast
(2) Presentación a Delegado (14-11-07)
(3) Proyecto de Renovación y Distribución del Material
(4) Nueva Imagen corporativa
(5) Grabación de la Junta de Delegado del 9 de Abril
(6) Grabación de la Junta de Delegados del 21 de Abril
(7) Dimisión oficial escrita

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